En el siglo XVII inició una labor de arborización del espacio circundante a Santa Susana, se comenzó a plantar carballos que bautizarían esta área como la Carballeira. Esta zona ha jugado un papel clave en la vida socioeconómica y cultural de la ciudad de Santiago, teniendo diferentes funciones a lo largo de los siglos. Desde el siglo XVI y hasta finales del XIX fue utilizada como lugar de ejecución, también destacan por ejemplo la feria de ganado, las reuniones vecinales semanales que acabarían dando lugar al Concello Municipal de la ciudad, o las romerías celebradas todos los Viernes Santos.
La Carballeira con sus frondosas copas de colores que oscilan del verde al ocre en función de las estaciones, proyecta sombra y cobija de la lluvia.
Este robledal supone una puerta de contacto con la naturaleza en pleno centro histórico.
Todo ello hace la Alameda un lugar idóneo para dar paseos, montar en bicicleta o disfrutar de tiempo al aire libre en un ambiente rodeado de elementos arquitectónicos de diversos periodos históricos que permiten repasar la historia centenaria del parque.
